Proyecto de vivienda unifamiliar de aproximadamente 300 m² ubicada en el entorno rural de Sant Antoni, Ibiza. La casa se desarrolla en dos plantas y se integra de forma armónica en el paisaje a través de una cuidada composición de volúmenes y una selección de materiales tradicionales como la mampostería de piedra, el revoco de cal, la madera natural y el acero corten. La vivienda cuenta con 4 dormitorios, amplio salón, cocina-comedor y sala de televisión o lectura, todos ellos conectados visualmente con el entorno exterior.
El diseño prioriza la conexión con la naturaleza, potenciando las vistas y la vida al aire libre mediante generosas pérgolas, terrazas y una piscina que se funde con el jardín mediterráneo. La intervención busca el equilibrio entre arquitectura contemporánea y lenguaje vernáculo ibicenco.